¿Por qué?
Porque eres ola en el mar y en el cielo alas.
Porque las amapolas son efímeras por envidia de fugaces dibujos de nubes.
Y las gotas de rocío dibujan infinitos arco iris.
Porque la arcada del miedo es menos fuerte si me sujetas la mano.
Y la envidia se diluye entre tus palabras.
Porque me haces mejor de lo que soy.
Porque cuando me atraviesa la distancia y la ausencia, me rescata la memoria.
Porque no te tengo, te busco entre la gente y me desespero.
Porque el dolor me atenaza y solo unos ojos de aceituna y miel pueden rescatarme.
Porque te diluyes en mis pensamientos como la bruma de primavera.
Porque no me atrevo a vivir sin un te quiero.
Y me vuelvo sordo sin tu voz.
Porque enhebro agujas con hilos de colores para coser los trocitos de mi corazón.
Y me duele tanto que trenzo una soga con hebras de mi piel y te la lanzo.
Porque cerca de ti la escarcha no es tan fría.
Porque llevo clavadas en mi pecho tus lágrimas.
Y me condenaste cuando te escuché reír.
Porque tu cara, que me miró un día, es un dibujo de mariposas sobre el viento.
Porque solo tu mano puede levantarme.
Y tus dedos entrelazados con los míos, que ternura, se me clavan ahora como garras.
Porque te llevaste mi vida y yo quiero vivir en ti.
Porque estoy afónico de gritarte pidiendo que me rescates.
Y la lumbre no me calienta y el licor es amargo.
Porque estoy perdido en el laberinto y el ovillo está en tus manos.
Porque te llevaste el aroma de las flores.
Porque mis sábanas están huérfanas de amor.
Porque no me llevaste cuando te fuiste.
Porque te lo debo y soy buen pagador.
Porque apenas me quedan fuerzas y las lágrimas arrastran las últimas.
Porque los besos se agolpan en los labios y no saben a dónde ir.
Porque, desconcertada, mi ternura vuela alocada como una libélula de hoja en hoja.
Y prefiero la muerte al olvido.
Porque llueve y en cada gota leo tu nombre.
Y ahora la lluvia es triste si no te tengo.
Porque si no tengo tu pecho ¿dónde aguantaré las tormentas?
Porque olvidaste matarme antes de cerrar la puerta, innecesario, morí al ver que no estabas.
Porque mi piel tiene memoria.
Porque cuando venzo al insomnio despierto con tu nombre en mis labios secos.
Porque las luces de neón me hablan de ti.
Porque la luna salta de un charco a otro cuando trato de cogerla para ti.
Porque la farolas me gritan por la noche, ¡loco!
Porque aún me debes una rosa de papel.
Porque aún guardo un unicornio de papel para ti.
Porque no conozco la dimensión de mi herida y necesito tu mirada, tu aliento.
Porque un escozor frío recorre mis llagas, he vuelto a notarlo después de años de calma, tus labios haciéndome el amor con palabras apagaban la desazón,
y ahora deshabitado de ti ha vuelto, ha vuelto la tristeza.
Porque la soledad es mirar y que no estés.
Porque no tuve tiempo de pedirte perdón.
Porque se me han muerto todas las rosas.
Porque no tuve tiempo para mostrarte que nuestras pieles habrían formado un universo infinito.
Porque me faltaron palabras y miles de caricias por darte.
Porque te llevaste mi corazón.
Porque quiero vivir, vivir, vivir y tú eres la vida, la única vida.
Por todo eso y mucho más, te amo
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
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Gracias.
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Bello poema, creo entender porque la amas. Gracias por compartir
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Muchas gracias por leerme y por tu comentario. Se me nota ¿verdad?
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Es evidente. Feliz semana
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Feliz. Semana.
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